Jesús Emanuel Artega Cadena, mejor conocido por su familia y amigos como «Chucho», falleció de manera repentina. Sus 28 años de edad, eran su mejor arma para luchar contra una neumonía que lo atacó y lo llevó a ser intubado en un hospital de Pachuca. Fueron cuatro días de lucha, sin embargo, el destino le tenía otros planes.
Regidor de diciembre de 2020 a marzo de 2023, se ganó el cariño de miles de progresenses, que lo veían con un futuro alentador en la política, «Iba para grande», murmuró una persona de más de 60 años durante su velorio.
El pasado miércoles cerca de las 17:00 horas, su cuerpo no resistió y murió. De inmediato en las redes sociales, las condolencias para su familia y la sorpresa de sus conocidos, no se dejó esperar.
Jesús fue velado en su casa el jueves y el viernes antes de la misa de cuerpo presente, más de 1,500 personas acudieron a un homenaje en el jardín municipal.
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Su familia, niños, jóvenes, adultos, adultos mayores y sus compañeros en presidencia municipal, encabezaron el acto. Ahí, uno de sus hermanos, comentó una anécdota con lágrimas en los ojos.
«Voy a contar una anécdota que en su pasado cumpleaños hablamos y que nos marcó como hermanos. Chucho todavía no caminabas y subiste las escolares de la azotea de la casa, tía Manena gritó y tío Armando subió para bajarlo, abajo pusimos cobijas por sí caías, Dios es muy grande porque quizá por la ingenuidad de ser un bebé pudiste caer y morir, pero no fue así, tío Armando te rescató y mi mamá lloraba, mis hermanos y primos éramos pequeños y no sabíamos lo que pasaba. Dios te dejó con nosotros porque tenía un plan para ti. Naciste un 24 de diciembre, el día que Dios eligió para que llegara a nuestro hogar nuestro niñito Jesús.
«Nos duele tu partida, pero Dios tenía un plan para ti, fuiste muy afortunado,
eras un hombre sencillo y carismático, alguien con quien podías hablar durante horas y horas. Querías ser presidente municipal, no lo pudiste lograr, pero confiamos en los planes de Dios y sabemos que siempre estarás presente entre nosotros. Un beso hasta el cielo», fueron las emotivas palabra de su hermano Rodolfo.
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De parte de las autoridades locales, emotivos mensajes dieron la Síndica Municipal y el Presidente Armando Mera, posteriormente su cuerpo fue llevado a la iglesia para su misa, ahí los sacerdotes del municipio dieron su último adiós y las condolencias a la familia, posteriormente fue sepultado en el panteón de Progreso de Obregón.
Jesús fue de los pocos regidores del estado que donaba la integridad de su sueldo (Tal vez el único), para necesidades de la población. Las muestras de cariño de las personas que algún día recibieron ayuda fueron innumerables a la familia.
«Adiós Chuchito, ahí te dejo con tus abuelos», fueron las palabras de su papá Emilio Arteaga, al salir del panteón.
Por Gerardo Campa