Circuló en redes sociales un video de un minuto y medio dónde está Lorena Gutiérrez, madre de Fátima Varinia, en el Festival Cervantino de Guanajuato.
Desde la primera imagen y sonido su desesperación es latente. Está desesperada y harta de la indiferencia de las autoridades, las personas, la sociedad en general ante los feminicidios.
Cuenta cómo ha asistido a varios espacios culturales para visibilizar el dolor y la impunidad detrás de cada feminicidio. No ha habido ni una respuesta que muestre algo de sensibilidad.
Reclama como el relato del cruel asesinato de su hija fue retomado en un libro, con un título revictimizante y que además le dio voz al feminicida. Que no le dijeron para qué era y que, durante la presentación del mismo en la SCJN por el presidente de la corte, Arturo Zaldivar no le dejaron pasar. Ni un gramo de congruencia cuando todo el año se la ha pasado pregonando que él es aliado de las mujeres, intentando presentar una iniciativa sobre feminicidio y luego produciendo una serie sobre el mismo tema que se transmitió por Televisa que también fue profundamente revictimizante.
Te recomendamos: Ser estudiante en México
En un país que camina hacia un contexto de militarización que no habíamos visto antes, con altos índices de violencia y discriminación, esto es inaceptable.
Las luchas sociales son profundamente legítimas, se construyeron a base de lágrimas, rabia, a veces sangre y vidas. Son la memoria de personas, no de cifras, personas que eran amadas y cuya ausencia destruyó la concepción del mundo que las personas a su alrededor tenían.
Sigue leyendo: Hidalgo suma 10 feminicidios en 9 meses
Cuando queremos acompañar una lucha tenemos que preguntarnos por qué lo hacemos. ¿Es para presumir en redes sociales? ¿Para sentir que cambió al mundo o lo salvó? ¿Para engrosar mi currículum? ¿Es por mi? Si alguna de estas respuestas es sí, no acompañé. No porque no hay un vínculo con la causa, sino porque usted se está poniendo al centro y lo único que causará es un daño.
Hay otras formas de conseguir esa atención. Las sobrevivientes de la violencia no merecen ni necesitan estos actos egoístas.
- Activismo utilitarista
- Triste adiós a radiodifusoras
- Faltan pruebas a la investigación
La entrada Activismo utilitarista se publicó primero en La Jornada Hidalgo.