Pedro Vaca Rivera es un minero retirado que se dedica a dar recorridos en el Museo del Paste de Real del Monte, consideró que la denominación de “Pueblo Mágico” permitió a la localidad salir del abandono en el que cayó después de “terminarse la minería”. Mineral del Monte es un pueblo con amplia historia minera; sin embargo, cuando las vetas dejaron de ser las más explotados se “había quedado como un pueblo fantasma” dijo el guía turísitico.
Narró que pasó de 1976 al 84 como trabajador de la mina de La Purísima Concepción que se ubica en el Pueblo Mágico con más de 500 años de minería, pero al terminarse la minería muchos realmontenses “tuvimos que salir a busca opciones”, pero cuando recibió el nombre de Pueblo Mágico se activó la vida en la localidad con carnavales, la fiesta de la guangochada del once de julio, ferias, festivales y más.
Pedro recordó que en sus días como minero el peligro era latente por algún derrumbe, una barrena que mueve, el peso de las herramientas, la incomodidad, las condiciones geográficas de las vetas mineras, perforar la roca y, con todas las desventajas “me recuerda y es algo hermoso, quisiera volver uno a esos tiempos pesado, riesgoso, pero si volvería a las vetas”.