El presidente Andrés Manuel López Obrador acusó al Pentágono de espiar a su gobierno, especialmente a las secretarías de Marina y Defensa Nacional, y filtrar la información a medios estadunidenses. Ante esta intromisión “injerencista”, que utiliza “como instrumento a la prensa vendida o alquilada de nuestro país”, anunció la decisión de clasificar la información de las fuerzas armadas para proteger la seguridad nacional.
“Tenemos que cuidar también nuestra información por seguridad nacional; ya tomé esa decisión. Vamos a proteger datos de las secretarías de la Marina (Semar) y de la Defensa Nacional (Sedena), porque estamos siendo objeto de espionaje del Pentágono, y muchos medios de información en México están filtrando información que les entrega la DEA (Agencia para la Administración y Control de Drogas)”, enfatizó en la mañanera de ayer.
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La decisión se da días después que The Washington Post informó sobre presuntas tensiones entre la Marina y el Ejército, citando un informe militar de Estados Unidos que obtuvo por filtraciones en línea de registros castrenses.
El mandatario responsabilizó al Pentágono de esa filtración al rotativo estadunidense. “Vamos a cuidar la información. Tenemos nuestra conciencia tranquila como para decir que no se van a violar derechos humanos ni se va a espiar a nadie; nunca lo hemos hecho”.
Rechazó que esta determinación se dé por la información que recientemente trascendió de supuestos viajes excesivos del titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval, y su familia; enfatizó que reservar datos de las fuerzas armadas no atenta contra el derecho a la transparencia.
La medida, subrayó, se toma porque “debemos protegernos, porque la DEA está filtrando (a los medios). Ahora resulta que el Pentágono le informa al Washington Post, hackean (…) es una acción del exterior; tenemos que defender la soberanía.
“No tenemos problema de conciencia, porque no somos represores y no espiamos. Lo hacemos por seguridad, porque sentimos que buscan violar nuestra soberanía, en un plan injerencista, utilizando como instrumento a la prensa vendida o alquilada de nuestro país, y a los grupos de intereses creados, al bloque conservador, a los corruptos que quieren regresar por sus fueros para seguir robando. No vamos a quedarnos con los brazos cruzados.”
Se le preguntó si el lunes, en la reunión que tuvo en Palacio Nacional con el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, habló de este señalamiento contra las agencias de seguridad de ese país, incluido el Pentágono, a lo que el Presidente respondió: “hablamos de otras cosas; esto (las visitas del diplomático a Palacio Nacional) es rutina”.
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Afirmó que no se necesita un decreto para tomar esta disposición, pues existen facultades en la ley que blindan para reservar la información considerada de seguridad nacional.
“Nosotros habíamos dicho al principio: ‘todo, todo, todo’ (se transparentaría), pero se están metiendo. Es como los globos de China, ¿no? (uno de los cuales el gobierno de Estados Unidos destruyó argumentando espionaje). Aquí no los vamos a (bajar) con tiradores. ¿Cómo se llaman? Las resorteras.”
Garantizó que no habrá riesgos de violación a los derechos humanos debido a que la Semar, la Sedena y todo el gobierno de la República “son respetuosos” de esas garantías. “No se hace espionaje, como se hacía antes, y lo que queremos es no facilitar el trabajo a los que están espiando”.
Desde su perspectiva, aseveró que los llamados archivos Guacamaya Leaks “son parte de lo mismo”, pues se hackeó a la Sedena. Destacó que la agrupación del empresario Claudio X. González –uno de sus principales adversarios– recibe financiamiento del gobierno de Estados Unidos. “Quieren meterse como antes; estoy hablando de las agencias (de seguridad estadunidenses), quieren mandar, violar nuestra soberanía; y empiezan a filtrar supuestamente para debilitarnos políticamente.”
En medio de esta intervención del Presidente, se le preguntó sobre las denuncias que trascendieron la mañana de ayer de que el Ejército habría espiado mediante el malware Pegasus a dos colaboradores del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez entre junio y septiembre de 2022, cuando estaba por presentarse el informe sobre el caso Ayotzinapa, cuyas víctimas son acompañadas por esta agrupación.
Descartó que el Ejército haya incurrido en espionaje a activistas pro derechos humanos; aseguró que sólo se hace trabajo de “inteligencia” en quienes se tiene información de que estarían vinculados a grupos o personas relacionados con actividades ilícitas.
Finalmente, reiteró que la mayoría de los ciudadanos apoyan al Ejército, la Marina y la Guardia Nacional.
Por: Emir Olivares y Alonso Urrutia