FORMA DE VIDA. Como cultura milenaria, tenemos tradiciones propias, educación, costumbres, idioma y una comisión muy amplia; muchos de estos aspectos los hemos olvidado y perdido
CULTURA MILENARIA
Hugo Cardón Martínez
Los ritos forman parte de las costumbres que paulatinamente desaparecen entre los hñahñus; sin embargo, un grupo de personas en El Nith, comunidad de Ixmiquilpan, trabaja para mantener vivas estas tradiciones.
De acuerdo con los antropólogos, desde una perspectiva técnica, un rito es un acto religioso o ceremonial, repetido invariablemente en cada comunidad, cultura o región en específico, relacionado con los mitos.
La riqueza cultural de México es muy variada a lo largo y ancho del país, sin ser excepción la región de Valle del Mezquital (en Hidalgo); lamentablemente, hoy enfrentan graves problemas para mantener los ritos genuinos de esta etnia, las cuales tienen una mezcla de la cultura española y la indígena.
DIFICULTADES. Emilia Catalán Torres forma parte de una de las mayordomías más importantes de Ixmiquilpan, la Parroquia de El Nith: conformada por 20 comunidades, grupo enfocado a transmitir las tradiciones y costumbres del grupo étnico que se asentó en Ixmiquilpan.
La representante indígena comentó que en los últimos años ha sido complicado trabajar en la preservación de los ritos de esta etnia por el desinterés que muestran las nuevas generaciones; no obstante, han estado luchando contra esta apatía.
“Como cultura milenaria, tenemos tradiciones propias, educación, costumbres, idioma y una comisión muy amplia; muchos de estos aspectos los hemos olvidado y perdido: hay quienes están denostando los ritos al asegurar que lo hacemos sólo como representaciones, pero no es así, son vivencias y experiencia en una oración de agradecimiento”.
Expuso que los ritos son efectuados previo a realizar actividades importantes, como: sembrar, cosechar, antes de construir una casa o celebrar una fiesta, como ocurrió durante los festejos del Señor de Jalpan.
“La sabiduría indígena la encontramos en un recipiente donde están los ritos, las costumbres y los memoriales”.
Dijo que actualmente el grupo pequeño que representa trata de rescatar uno de los ritos básicos de la etnia hñahñu, como es el agradecimiento de los cuatro puntos cardinales, el cual mucho realizan, pero desconocen su significado.
“Muchos nos invitan a realizar este rito, nosotros acudimos con mucho gusto, con la condición de que la comunidad que nos invita también participe, pues de lo que se trata es rescatar y trasmitir el rito”.
RITO. El rito a los “cuatro puntos cardinales” realizado para las festividades más importantes del municipio, ocupa elementos básicos, entre ellos: la flor de cempasúchil, cuyo color es el amarillo y simboliza el sol, tono con el cual aluden a la generación de vida que se traduce en la fecundidad; las velas, la sabiduría indígena; el incienso y la adoración, respeto; el petate el tejido, la unión de la comunidad y el compromiso con la misma, de aquí que los mayordomos del municipio suelen postrarse en uno de ellos, porque adquieren un compromiso con el pueblo.
Catalán Torres dijo que sus antepasados les enseñaron que en la naturaleza hay cuatro elementos básicos: fuego, aire, agua y tierra; así como cuatro puntos de vida; relacionándolos con los cuatro puntos cardinales: de ahí la importancia de la veneración.
En el rito de los cuatro puntos cardinales, en el primer punto se agradece es al oriente donde nace el sol y la vida, siendo su color el rojo que simboliza la sangre; hacia el poniente es lugar donde vienen la noche, él descasó y la muerte.
Hacia el punto norte simboliza el lugar donde vienen el agua y el viento que hace posible la cosecha y está relaciona con el color blanco como símbolo de transparencia, como la claridad de la lluvia que fecunda la tierra y que hace brotar los alimentos de todos los seres vivos.
Por último, se venera el lado sur, que está relacionado con lo desconocido, conexo con el azul infinito, pues evoca acciones que aún no han sido reveladas a los seres humanos.