Una de las costumbres con mayor tradición en la región de la Sierra Otomí Tepehua, principalmente en San Bartolo Tutotepec, “Las animitas”, continúa celebrándose este Día de Muertos.
La tradición se conforma por objetos sagrados que fueron entregados a la población de la zona durante la evangelización, de acuerdo con relatos de los habitantes de la región.
Las Animitas recorren diferentes comunidades de la región debido al fervor de quienes las siguen; durante todo el año se llevan a cabo encuentros entorno a ellas, pero 2 de noviembre es su fiesta principal, por lo cual son trasladadas de vuelta a San Bartolo, donde inicia nuevamente el ciclo.
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El Día de Muertos en la región Otomí, Tenango de Doria, San Bartolo Tutotepec y Huehuetla, es una celebración conocida como Todos Santos, en donde se colocan altares con arcos florales, veladoras, retratos, platillos típicos y bebidas tradicionales.
Con “Las Animitas” se lleva a cabo la ceremonia “Llorada del hueso”, conde la tradición oral relata cómo, hasta hace algún tiempo, los restos de los difuntos eran exhumados para limpiarlos y posteriormente degustar los alimentos en su compañía en un ambiente de solemnidad y recuerdos.
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Se comparte que las tumbas abiertas, que dejaban ver los restos, eran adornadas con coronas de flor de cempasúchil o algunas otras elaboradas con papel, alimentos en jarros, cazuelas, ceras encendidas con copales como incienso.
Las visitas al panteón continúan vigentes y se colorean de naranja los lugares de reposo, compartiendo con los seres queridos una canasta de comida y velas en su honor.
Vecinos de diferentes comunidades del municipio de San Bartolo celebran este 2 de noviembre, como cada año, desde muy temprano familiares se dan cita en el panteón municipal para recordar a los fieles difuntos.