El médico tradicional Gerardo Reyes Beltrán expresó que el Xantolo tiene tanto arraigo en la Huasteca porque realmente se tiene la convicción de que los seres que fallecieron regresan a pasar un tiempo con los vivos.
“No es solo entretenimiento, sino que los habitantes de esta región se llenan de júbilo porque conviven con sus familiares”, manifestó el galeno.
Mencionó que los integrantes de las 25 cuadrillas lo buscan para que apadrine el ritual con el que hacen la bajada de máscaras, las ofrendas y rituales previos antes de la celebración; él solventa los gastos de estos ofrecimientos, “es honor participar en ello”, dijo.
Recordó que no se sabe cuándo inició la tradición de las danzas, pero que uno de los relatos populares cuenta que fue hace muchos años: “Un día en que se celebraban las fiestas de Día de Muertos, todo mundo estaba triste en el cementerio, dejándoles obsequios a sus difuntos, que no había cruces ni imágenes cristianas. La costumbre era sentir tristeza y llorarles a los finados”.
“Se dice que, en esa ocasión, apareció un espíritu enmascarado que se puso a bailar en el lugar. Algunos tuvieron miedo y corrieron a sus casas, otros buscaron al brujo o curandero de ese tiempo para pedirle ayuda para que esa ánima se fuera y no los siguiera asustando. Al llegar al lugar vieron que era un ente ataviado con una careta”, relató el médico.
De acuerdo con la leyenda, esta presencia pronunció unas palabras en una lengua que nadie entendía, salvo el chamán que sí comprendió el mensaje: “Este ser es el que quiere enseñarnos cómo honrar a nuestros muertos con estas danzas”.
Precisó que comparsas de los huehues (viejos) en el Xantolo tiene un sentido de bailar para los muertos para alegrar la celebración.
Salomón Hernández | Huejutla