Gestión Emocional (2)
Queridos lectores, el día de hoy continuamos con las maneras de gestionar tus emociones.
Antes, haré un breve resumen del artículo pasado. Si te lo perdiste, te invito a que lo busques y lo leas, para que lo pongas en práctica.
Las cuatro primeras técnicas para una mejor gestión emocional fueron:
Conocerte. Es primordial. Mejora, o trabaja, en tu autoconcepto, tu verdad, lo que muestras en redes sociales, y la imagen que das a los demás.
Evita el exceso de la autocrítica, y/o la exigencia; calla tu voz interior, la que no deja de autosabotearte.
Fíjate metas y objetivos. Si no tienes claro lo que quieres, cómo vas a saber qué camino seguir.
Trabaja tu voluntad. Vuélvete ordenado, constante, y cambia esos malos hábitos que solo te estancan.
Habiendo puesto en practica estas sugerencias, continuamos con las demás:
Aprende a educar tu atención. Nos encontramos en el momento histórico más sobreestimulado de la Historia. Vivimos en una sociedad que recibe un montón de información, pero poca formación; es la época tecnológicamente mas avanzada y, humanamente, mas deficitaria.
Es importante educar la atención, porque tenemos tal cantidad de estímulos que nos impiden fijar la atención en un tema; estamos constantemente pendientes de mil cosas.
Estás mirando el móvil, escuchando la televisión, o la radio, alguien te está hablando, y en nada, pones atención, tu mente permanece dispersa. Si recuerdas hace algunos años del Boom tecnológico, leías un libro, y podías pasar horas leyéndolo, sin que nada te distrajera. En estos tiempos no puedes estar más de 20 minutos enfocado en algo porque la mente ya se está distrayendo, o pensando, en algo más. Es tal la cantidad de estímulos que tenemos que aprender a fijar nuestra atención, a ser capaces de quitarnos, tal cantidad de estímulos que nos rodean para poder controlar nuestra atención y vivimos dispersos.
Inteligencia Emocional. Brevemente qué es IE. Tres cosas:
Capacidad de entender y saber expresar mis emociones.
Entender las emociones de los demás
Ponerme en su lugar:
Como bien sabes, si has leído artículos anteriores sobre la IE, esta es más importante en estos tiempos que la Inteligencia Racional, porque es la capacidad que tenemos para relacionarnos emocionalmente de manera adecuada en nuestro entorno; gente que no tiene I,E se enferma.
Las emociones que no son bien tratadas, o expresadas, las personas que no saben ponerse en el lugar de otros, acaban “sufriendo muchísimo” en sus relaciones con los demás, llámese amigos, pareja, compañeros de trabajo y familiares.
Educar en el optimismo. Cualquier situación puede verse en clave de problema, o en clave de situación.
En el artículo pasado hice mención a los pensamientos positivos. Esto no significa no ser realista, significa tener los pies en la Tierra, con la cabeza arriba, con ilusiones, con objetivos y metas bien altas, exigentes. Hoy en día sabemos que las neuronas pueden generar nuevas neuronas; se llama neuroplasticidad; la gente optimista, que se levanta por la mañana con ilusión en dos o tres semanas consigue generar nuevas neuronas en su cerebro. Núcleos de células embrionarias que se encuentran en nichos cerebrales emigran hacia el hipocampo, la zona del aprendizaje hacia la zona del optimismo y se generan nuevas neuronas. Todo ser humano si se lo propone, puede ser el escultor de su propio cerebro. Cada uno decide qué es lo que quiere que sea su cerebro para 2050.
Se calcula que habrá 150 millones personas con demencia. Una cosa es terminar la vida con un pañal, y otra, terminarla con la cabeza perdida. Tú decides cómo envejecer a partir del día de hoy.
La ilusión llama al optimismo, y el optimismo es algo que nace de la actitud de cada mañana y que cada persona lo decide.
Entrena tu mente. Déjate de tanta tecnología y retoma los libros; conecta con la naturaleza nuevamente, habla con la gente cara a cara, ten algún animalito en casa, practica algún deporte, sal con amigos, ten asombro, vuelve a observar las cosas con atención y con ilusión; hay tantas cosas que valen la pena; profundiza, mira tu interior, perdona a las personas que tú sientes que te hayan hecho daño.
La felicidad consiste en tener buena salud y buena memoria. Olvida el pasado perdonando; un corazón resentido no puede ser feliz: el perdón es un acto de amor, pero no hacia la otra persona, sino amor hacia nosotros mismos.
En todos los años que llevo en esto, no conozco a ningún resentido que tenga buena salud y que sea feliz.
El que conoce lo exterior es erudito; el que conoce a sí mismo es sabio. El que conquista a los demás es poderoso, y el que conquista a sí mismo es invencible:
Lao-Tsé
Como siempre, te deseo larga vida, salud y prosperidad.
Hasta la próxima.
Alberto Tristany Zarauza
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