Cómo sentirse mejor consigo mismo
Queridos lectores, el día de hoy les traigo un tema que me han estado solicitando en estas últimas semanas: cómo sentirse bien con uno mismo.
La confianza en sí mismo es algo que nos permite como seres humanos tener una visión positiva acerca de nosotros mismos; las personas que confían en sí mismas creen en sus habilidades, sienten que tienen control sobre sus vidas y creen que son capaces de hacer lo que planean y esperan. Las personas que confían en sí mismas tienen expectativas realistas, incluso cuando sus metas no se cumplen ellos continúan siendo positivas y aceptan los resultados sin dejar de persistir.
Por el contrario, las personas con baja confianza dependen excesivamente de la aprobación de los demás para sentirse bien con ellos, tienden a evitar los riesgos ya que tienen miedo a fracasar. En general, no esperan ser exitosos o que les vaya bien. En contraste, las personas confiadas están dispuestas a ser desaprobadas por los demás porque confían en sus propias habilidades, tienden a aceptarse y sienten que no deben complacer a otros para ser aceptados.
¿Cómo desarrollar la confianza en mí mismo?
Muchos factores están relacionados con un adecuado desarrollo de este aspecto. Uno de ellos, aunque no es el principal, es la actitud de los padres ya que influye en los sentimientos que posteriormente tienen los hijos sobre sí mismos. Cuando los padres dan suficiente apoyo y amor a los hijos, promueven el desarrollo de sentimientos positivos y confianza en ellos.
La falta de confianza en sí mismo no necesariamente se relaciona con falta de habilidades, más bien, es el resultado de centrarse en expectativas poco realistas y en los estándares de los demás. Las personas pueden desarrollar diversas creencias que pueden interferir en la confianza en sí mismos, algunas de ellas positivas y otras negativas.
A continuación, te presento algunos ejemplos:
“Yo debo sentirme siempre amado o aprobado por las personas significativas en mi vida”. La verdad es que no debes ser amado y/o aprobado por todos, ni siquiera por tu círculo más cercano, el único que debe amarse y aprobarse eres tú mismo y por añadidura los demás (ojo, no todos) lo harán.
“Debo ser competente y debo alcanzar el éxito en todas las áreas que son importantes en mi vida”. Esta es una creencia poco realista, inalcanzable y sugiere que el valor personal está determinado por los logros. Si bien los logros los puedes realizar, esto no te hace más o menos valioso.
“Mi pasado sigue siendo importante y siento que controla mis emociones y comportamiento en el presente”. Si bien tu confianza fue especialmente vulnerable a influencias externas durante tu infancia, ahora que ya eres mayor puedes tomar perspectiva de las cosas. Haciendo esto, vas a poder decidir qué cosas vas a permitir que continúen afectando tu vida y cuáles no.
Las creencias negativas te van dejando vulnerable a los siguientes patrones de pensamiento auto derrotista; detecta cuáles tienes y comienza a cambiarlos por positivos.
Pensamiento de todo o nada: “Soy un desastre total cuando mi desempeño no es perfecto o las cosas no me salen del todo bien”.
Maximizar lo negativo/minimizar lo positivo: Las cosas positivas no son tantas como las negativas. “Yo sé que gané en el juego, pero perder esta partida me hace sentir pésimo conmigo mismo”.
Excesivo énfasis en el “debo”: estas frases son del tipo perfeccionista y se espera actuar en función de la opinión del resto, más que a partir de los propios deseos y necesidades. “Todos tienen claridad sobre cierto tema, yo no la tengo, por lo tanto, debe haber algo malo en mí”.
Dificultad en aceptar cumplidos: “¿Te gusta mi corte de cabello? ¿He estado yendo al gimnasio; qué tal me veo? Si recibes una respuesta positiva no la aceptas, pero si te dicen algo negativo te casas con esa idea”.
Algo que te puede ayudar a fortalecer y mejorar tu autoestima y sentirte bien contigo mismo es comenzar a enfatizar tus fortalezas: valora lo que eres capaz de lograr, recompénsate por tus logros, más que por lograr el resultado final. Céntrate en lo que puedes lograr, en vez de en lo que debieras lograr. Esto te ayudará a vivir dentro de los límites de tus propias dificultades.
Toma riesgos: ve los nuevos desafíos como oportunidades de crecimiento en vez de verlos en términos de ganar o perder. Esto te abre a nuevas posibilidades y puede aumentar tu sentido de aceptación de ti mismo.
Habla contigo mismo: trata de encontrar las creencias negativas que tienes continuamente, luego, dite a ti mismo “alto” y sustitúyelo por creencias más razonables.
Sentido del humor: desarrolla la habilidad de reír cada cierto tiempo, cuando algo no sale como quieres o cuando algo “chistoso” te ocurre. El reír eventualmente te ayudará a mejorar la confianza en ti y la conexión con los que te rodean.
Espero que este artículo te sea de gran ayuda y comiences a cambiar la percepción de ti mismo y que aplicando esto todos los días te des cuenta de cómo tu vida mejora.
Como siempre, te deseo larga vida, salud y prosperidad.
Hasta la próxima.
Alberto Tristany Zarauza
La entrada Reflexionando… se publicó primero en Criterio Hidalgo.