Se celebró una fiesta en Villa de Tezontepec, en honor al Señor de la Humildad y de la torta, pues vendedores de ese platillo agradecen por la posibilidad de tener negocios prósperos de los que se han beneficiado varias generaciones de familias de este municipio desde hace más de siete décadas.
En la plaza principal, se dispusieron los puestos para la preparación de cientos de tortas que se fueron repartiendo entre los visitantes que acudieron a esta gran celebración anual, que conmemora el oficio que inició en la década de 50, con un estanquillo, a un costado del jardín central.
En esta edición, muchos de los visitantes provenían del Estado de México y algunos otros de los municipios aledaños a Villa de Tezontepec, en Hidalgo. Cada uno de ellos recibieron una serie de boletos para que pudieran obtener su respectiva torta en alguno de los puestos que las prepararon de los más diversos rellenos, la mayoría carnes frías, así como milanesa y quesos, acompañados de mayonesa, aguacate, jitomate y chiles.
En esta edición, hubo un poco de todo: tortas abundantes con hasta tres tipos de carne por pieza, y otras más sencillas, por lo que las opiniones de los visitantes fueron diversas.
Micaela Sánchez Ramos, de Temascalapa, Estado de México, consideró que su torta de pierna con milanesa estaba muy sabrosa, por lo que la recomendaría para que más personas las prueben.
Paula Hernández Corona, de Zumpango, quien fue a este evento por primera vez, consideró que todo estuvo muy bien organizado y las tortas estuvieron muy ricas; a ella le tocó de salchicha, jamón y milanesa. Dijo que “la gente es muy amable, abrigadora y desprendida”.
Sin embargo, el Mauro Aguilar, de San Juan Teotihuacán, dijo que su torta no tuvo mucho sabor, le faltó picante. “Está más o menos”, dijo y sugirió a los torteros: “Que le pongan más sazón”.
La venta de tortas es una actividad económica que ha crecido a través de las décadas dentro y fuera de Villa de Tezontepec, pero en los años recientes se ha mantenido a pesar de la pandemia.
Además, hoy en día la fiesta del 1 de mayo se ha vuelto un atractivo de turismo gastronómico para la zona sur del estado de Hidalgo.
Sara Elizondo | Villa de Tezontepec
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