Al grupo de casi 200 intoxicados tras acudir a una boda hace una semana en el hotel Sheraton Ambassador se sumó otro de alrededor de 20 personas que se hospedaron en el lugar.
Karina y Eliot se casaron el viernes 25 de noviembre en otro recinto, pero se quedaron en el Ambassador desde un día antes de la ceremonia junto con familiares y amigos.
La recepción no fue celebrada en el hotel, indicó la novia y sólo reservaron para hacer preparativos del día de la celebración y días posteriores.
“El sábado (los familiares) empezaron a caer de uno por uno”, dijo.
“Todos traían lo mismo. Malestares de estómago y diarrea”.
De jueves a sábado, en que estuvo en el hotel, señaló, ella no probó alimento del hotel, pero sí agua.
“Otros llegaron a tomar alguna bebida y hasta el día de hoy no hemos podido estar buenos del estómago”, expresó.
El 26 de noviembre, Roger Mireles y Mariana Valle celebraron la recepción de su boda en el hotel y, de 250 invitados que acudieron, 200 resultaron intoxicados.
Aún no se determinan las causas.
Karina dijo ayer que, al enterarse de ese caso y que podrían demandar de forma colectiva al establecimiento, también revisan si pueden participar en esta demanda.
“Fueron más de 20 personas y todas se quedaron en el hotel”, expresó.
“Pensábamos que había sido algo de nuestra boda”, agregó, “pero empezamos a preguntar a más invitados y no fue ahí.
“Gracias a Dios ninguno fue internado, pero muchos sí se la vieron muy mal. Ni pararse podían”.
Perla Martínez | Agencia Reforma
Nota relacionada: Alistan demanda colectiva por intoxicación en boda
Los novios y sus invitados a la boda del pasado sábado en el Hotel Sheraton Ambassador, en Monterrey, que resultaron intoxicados, mucho de ellos hasta hospitalizados, preparan una demanda colectiva.
Roger Mireles Boone, el novio, señaló que buscan el reembolso de la recepción, el pago de gastos de hospitalización y medicamentos de los invitados y la reparación del daño, ya que los novios no pudieron realizar la luna de miel por intoxicarse también ellos.