A poco más de un año de que culminó su construcción y se abrió a la circulación, el puente atirantado, obra insignia de la anterior administración estatal, continúa presentando dificultades para el cruce de peatones; además, la semana pasada se abrió un hoyo, mientras que anteriormente se tuvo que retirar una guarnición, a efecto de disminuir el tránsito vehicular.
Dicho socavón, reportado el 17 de mayo, se formó a causa del escurrimiento de agua debajo de la estructura por las lluvias de los días pasados, lo que provocó el reblandecimiento de la tierra, por lo que fue necesario intervenir, de acuerdo con la Secretaría de Infraestructura Pública y Desarrollo Urbano Sostenible (Sipdus).
Antes, en noviembre del año pasado, dicha dependencia estatal llevó a cabo estudios de factibilidad debajo el puente, tras lo cual determinó retirar la guarnición que se encontraba frente al centro comercial ubicado en esa zona, a fin de que los conductores pudieran incorporarse a la vía rápida, además de reducir el tránsito.
Los principales señalamientos hacia la obra provienen de los peatones, que consideran que atravesar por ahí resulta peligroso.
Los más vulnerables son los menores que acuden a las instituciones educativas de la zona, así como adultos mayores, quienes van a realizar trámites a la delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o a la clínica del mismo organismo.
Mediante un recorrido por la zona, Criterio constató que los peatones tienen que cruzar corriendo, ante los automovilistas que en muy pocas ocasiones se detienen o disminuyen la velocidad, mientras que otras personas prefieren caminar hasta el puente del Centro Hidalguense de Estudios Superiores (Cenhies).
SUPERARON EL PRESUPUESTO
El puente atirantado tuvo un costo de 502 millones de pesos; sin embargo, inicialmente la inversión prevista era de 100 millones de pesos menos
El sobrecosto se debió a las fluctuaciones en el precio del acero, según funcionarios de la anterior administración estatal
Yuvenil Torres I Pachuca