El presidente de Chile, Gabriel Boric, presentó este miércoles una esperada reforma para el sistema de pensiones del país, con la cual desaparecerían las administradoras privadas de fondos de pensiones (AFP), además de permitir la participación del Estado como un actor más en el manejo de los fondos.
“(Los afiliados) serán los dueños de sus ahorros y podrán decidir libremente entre los gestores de inversores privados o el inversor público”, explicó el mandatario.
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Además, detalló que la reforma contempla la creación de un modelo mixto con un aumento de la cotización del 10 al 16 por ciento a cargo del empleador.
Boric explicó que el sistema está compuesto por tres pilares: la capitalización individual vigente que mantendrá los aportes obligatorios que pertenecen a cada trabajador; el aporte proveniente del Seguro Social del 6 por ciento a cargo de los empleadores, y el aporte que hace el Estado mediante la Pensión Garantizada Universal (PGU).
Este último será aumentado con esta reforma a 250 mil pesos chilenos (unos 264 dólares), una vez el Congreso apruebe la Reforma Tributaria.
“Queremos dejar atrás, de esta manera, un sistema extremo, que no ha sido capaz de cumplir con las expectativas que se pusieron en él y que tiene reconocidas deficiencias”, añadió.
Las AFP, en esta reforma, se terminanGabriel Boric
“Existirán nuevos gestores de inversión privados con el objeto exclusivo de invertir fondos previsionales y, además, existirá una alternativa pública, lo que permitirá promover la competencia con la entrada de nuevos actores“, agregó.
El jefe de Estado insistió que el sistema actual está en crisis y que las pensiones de hoy no alcanzan para que las personas sostengan una vida digna en su vejez, sin importar cuánto trabajaron durante su vida.
“En Chile, el 72% de las pensiones son inferiores al salario mínimo y uno de cada cuatro jubilados recibe una pensión que está por debajo de la línea de la pobreza –declaró el presidente– mientras las AFP perciben tremendas utilidades, aunque los resultados y la rentabilidad de los fondos sean negativos“.
El actual sistema de pensiones fue instaurado durante la dictadura militar de Augusto Pinochet y es financiado únicamente por los trabajadores, quienes aportan mensualmente el 10 por ciento de su sueldo. La mejora de las pensiones fue una demanda clave de las protestas de 2019 que sacudieron al país durante meses.
“Ya ha habido dos intentos fallidos durante los últimos años y la ciudadanía no perdonará un nuevo fracaso de la política“, reiteró.
Gobiernos anteriores han tratado de reformar sin éxito el sistema de jubilaciones y ahora la propuesta de Boric tendrá que abrirse camino en ambas cámaras del Congreso, donde la coalición gobernante de izquierda es minoría.
El gobierno de Boric, que asumió en marzo pasado, también promueve una reforma tributaria, actualmente en discusión en el Congreso, con la que espera financiar parte de los cambios en las pensiones.
Durante la pandemia de Covid-19, legisladores de oposición al entonces gobierno del derechista Sebastián Piñera, antecesor de Boric, promovieron retiros parciales de los fondos de pensiones como medida de emergencia frente a la crisis sanitaria que drenaron miles de millones de dólares del sistema.